Hablar de employer branding es adentrarnos en un término muy «marketiniano» aplicado al mundo de los Recursos Humanos. Podemos traducir employer branding de forma literal como «marca del empleador». Es decir, la reputación que tiene una empresa como lugar de trabajo, los valores asociados a la marca y, en general, como es percibida por el entorno. En definitiva, esos pensamientos tanto positivos como negativos que las personas asocian, no a los productos que vendes, sino a tu empresa como lugar de trabajo.
¿Por qué es tan importante el employer branding?
Vamos a intentar volver atrás en el tiempo un momento, ¿recuerdas cuál o cuáles eran las empresas donde todos querían trabajar en tu último año de carrera? Seguramente si acabaste los estudios hace 10 años o más la respuesta es una gran multinacional. Todos soñaban con Coca-Cola, Procter & Gamble o Repsol. Más tarde les toco el turno a las empresas tecnológicas. Los grandes talentos echaban su Currículum en Google, Amazon o Microsoft. Y, recientemente, la tendencia ha cambiado y a los profesionales les interesa trabajar en empresas más flexibles, preocupadas por la sostenibilidad. Sin duda, para deleite de todas las startups que cuentan con modelos de trabajo más orientados a los resultados y con mejores opciones de conciliación.
Por suerte, las empresas no son simplemente sujetos desarmados ante esas modas. La compañía que quiera un lugar destacado entre los elegidos donde todos quieren trabajar, puede desarrollar su marca de empleador o employer branding. Pero, ¿realmente merece la pena? ¿Los candidatos van a valorar más eso que un buen sueldo o un puesto atractivo? Según el Informe sobre el Mercado Laboral que elabora anualmente Inforjobs y ESADE un abrumador 81% de españoles afirma que lo tiene en cuenta a la hora de echar su CV en una oferta.
Por lo tanto, mejorar nuestro employer branding no solo es una nueva tendencia en RRHH, ni una moda temporal. Estamos hablando de una herramienta esencial para cualquier empresa que busque captar talento. Es decir, para cualquier empresa que busque alcanzar el éxito.
Cómo poner en marcha mi estrategia de employer branding
¿Ya estás convencido? ¿Nos podemos manos a la obra? ¡Perfecto! Tenemos que analizar primero de donde parte nuestra empresa. ¿Realmente somos un lugar donde estamos haciendo bien las cosas y solo nos falta comunicarlo? ¿Tenemos medidas de conciliación que valoran los empleados? No vale de nada vender de cara a la galería que nuestra empresa es un lugar genial donde trabajar, si esa imagen no se ajusta en nada a la realidad.
Lo que quieren o necesitan los empleados puede variar mucho según el sector o los perfiles. Pero algunas de las medidas mejor valoradas por los trabajadores suelen ser:
- Teletrabajo total o parcial
- Horario flexible
- Buen ambiente de trabajo, tanto con los compañeros como con los responsables
- Planes de Beneficios o Retribución Flexible: Seguro de Salud, Guardería, Restaurante
- Planes de Carrera y posibilidades de desarrollo dentro de la empresa
- El espacio físico: cómo son y donde se encuentran los centros de trabajo
- Trabajo por objetivos
- Días de vacaciones
- Jornadas de Team Building
- Valores de la empresa: que lo que se hace contribuya a la sociedad o al mundo
Una buena estrategia de employer branding debe identificar estos puntos fuertes de nuestra organización y los comunica de la mejor forma posible para que el mensaje llegue a los perfiles que queremos atraer. Y si es posible, no contado por la propia empresa, sino por sus empleados. ¿Qué mejor forma de mostrar a nuestros futuros candidatos lo que se están perdiendo que de voz de otras personas como ellos? Al final de cuentas, no hay mejor embajador que un trabajador feliz.
En branding tampoco vale el «café para todos«
Del mismo modo que una buena campaña de marketing segmenta para adaptar los mensajes al público que trata de alcanzar, lo mismo debe hacer nuestro employer branding. Las prioridades de los candidatos van a cambiar en función de la edad, género, nivel cultural, formativo o económico. Además, incluso realizando la mejor de las segmentaciones, cada profesional es distinto. De echo, dos profesionales que aparentemente son idénticos en nuestra segmentación pueden valorar cosas diametralmente distintas de nuestra empresa. En definitiva, cada persona es un mundo.
Cómo hemos visto, una buena estrategia de employer branding se basa en cuidar a los empleados (y posteriormente hacerlo saber). Pero ¿Cómo cuidamos de verdad al empleado cuando cada uno necesita una cosa distinta? Es aquí donde la tecnología entra para facilitar la tarea de RRHH. La plataformas Flexoh ayuda a crear un plan de Compensación Total para tu empresa totalmente a medida, donde cada trabajador configura mes a mes su nómina a la carta. Fácil, automático y sin aumentar la carga de trabajo de Recursos Humanos.