La pandemia hizo que a principios de 2021 se hablara de muchas tendencias que venían para quedarse en 2021. Teletrabajo, modelos híbridos, digitalización de los procesos, entre otras. Muchas se han cumplido, pero no exactamente de la forma que se había imaginado. Repasemos las más importantes.
Digitalización de los procesos, la más escuchada de las tendencias
Con el Covid a las empresas no les quedo mucha opción, había que pasar al trabajo remoto en tiempo récord y digitalizarse en todos los niveles, entre ellos RRHH. Para muchas compañías supuso un esfuerzo titánico, algo que posiblemente hubiesen tardado años en plantearse si no hubiese sido por la crisis sanitaria. Otras tenían buena parte del trabajo hecho y se adaptaron mejor a la situación. Tareas como la selección de personal, el onboarding, formaciones o evaluaciones de desempeño se empezaron a hacer digitalmente.
Es cierto que esta tendencia se ha cumplido en mayor o menor medida en todas las empresas, pero aún hay datos muy lejos de lo ideal. Según el Observatorio de Digitalización de GoDaddy, aunque la mayoría de empresas afirma que su digitalización ha mejorado, todavía hay un 55% que siguen realizando sus procesos en papel.
La normalización del teletrabajo
Como hemos dicho, la pandemia obligó a todos a trabajar en remoto. Cuando los datos empezaron a mejorar parecía que el teletrabajo había venido para quedarse. En las empresas había quedado más que demostrado que se podía trabajar desde casa de forma productiva, siempre y cuando los empleados tuvieran a su alcance las herramientas para trabajar fuera de la oficina.
Sin embargo, a día de hoy no podemos decir que el trabajo haya venido para quedarse. De hecho el teletrabajo vino y se fue para la gran mayoría de los profesionales. Aunque resulte sorprendente, según el INE antes del Covid tenían algún día de teletrabajo el 31% de los empleados. La cifra subió a casi el 47% durante el estado de alarma, pero en 2021 la cifra ha bajado al 35%. Prácticamente se ha vuelto a la situación previa a la pandemia. Los principales motivos por los cuales no ha terminado de extenderse el teletrabajo, según datos de Woffu, son las trabas legales y la necesidad de socializar entre compañeros.
El trabajo híbrido o las tendencias intermedias entre presencialidad y teletrabajo
Como ya comentamos en el post ¿Teletrabajo o trabajo híbrido? El dilema post Covid de las organizaciones, los modelos híbridos eran un poco como el «cajón desastre» de los modelos que combinan presencialismo y teletrabajo. Se le ha llamado así a cuando los empleados eligen libremente donde trabajar o a cuando hay días fijos de trabajo en remoto o en oficina. Era el modelo que aparentemente sería el caballo ganador. Porque ofrecía mucha flexibilidad y conciliación para los empleados. Sin renunciar a las relaciones sociales que permite el trabajo en oficina.
No obstante, en 2021 no podemos decir que esto se haya materializado en las empresas. De hecho, como ya hemos mencionado, el 65% aún sigue con un modelo 100% presencial. Según el Woffu, el principal problema de este tipo de modelos es la dificultad de la gestión horaria. Por eso es tan importante, cuando se plantean estos modelos, contar con herramientas de gestión del tiempo o incluso, combinarlo con metodologías de trabajo por objetivos o smart working.
El Onboarding digital o la inmersión en remoto en las organizaciones
Consecuencia directa de dos de las tendencias ya comentadas, el teletrabajo y la digitalización, viene la digitalización del proceso de onboarding. Como sabemos, el onboarding de los nuevos empleados son el conjunto de las acciones que ayudan a facilitar la nueva incorporación en la empresa. Es esencial para disminuir la rotación en las empresas y para que el nuevo trabajador se adapte lo antes posible a la compañía y a su puesto.
Lógicamente, hacer este proceso totalmente en remoto es complejo y la mayoría de las empresas aún prefieren hacerlo de forma presencial. Entre otras cosas, porque para poder realizarlo digitalmente correctamente, la empresa debe disponer de muchas herramientas que no todas las empresas tienen.
El bienestar emocional de las personas. La menos materializada de las tendencias
Se ha hablado mucho este año del impacto físico y mental que ha tenido el Covid en las personas. La salud mental de los empleados ha sido sin duda la más perjudicada a raíz de la pandemia. Según Hays, un 64% de los españoles afirma haber tenido ansiedad, fatiga o agotamiento en el último año, como consecuencia de su situación laboral. Las cifras son tan alarmantes y el impacto en las empresas ha sido tan rotundo, que la gran mayoría de las organizaciones se ha planteado el tema de las medidas para fomentar el bienestar de las personas.
Si bien es cierto, que muchas grandes empresas ya ofrecían históricamente retribución flexible, con productos como el Seguro de Salud. Con la situación actual, se plantearon nuevos beneficios como las sesiones de psicoterapia, las Apps de meditación o los gimnasios. No obstante, según datos del Woffu, por desgracia el bienestar de los empleados sigue siendo una asignatura pendiente