Es indudable que uno de los debates que ha abierto la pandemia es el del teletrabajo o trabajo híbrido. Las organizaciones que funcionaban con modelos de trabajo tradicionales 100% presenciales han visto que el trabajo remoto es completamente viable. Es más, en la mayoría de las organizaciones ha supuesto un aumento de la productividad. La pregunta es ¿con la vuelta a la normalidad, mantendremos los nuevos modelos de trabajo o hay empresas que están volviendo al pasado?
La realidad es que afortunadamente cada vez más empresas apuestan por modelos más flexibles, con teletrabajo total o parcial. No obstante, parece que algunas organizaciones el teletrabajo total aún da cierto vértigo. De ahí que se haya extendido con fuerza un modelo un poco más flexible, a medio camino entre lo presencial y el teletrabajo. Hablamos por supuesto, del famoso trabajo híbrido.
¿Qué es el trabajo híbrido?
En resumen el trabajo híbrido es un nuevo modelo de trabajo en el cual el empleado decide dónde trabajar. Puede hacerlo en la oficina, en casa o en cualquier otro lugar. Puede decidir trabajar remotamente unos días y acudir otros a la oficina. Lo importante es que quede en manos del empleado la decisión.
El principal reto de los equipos en el modelo de trabajo híbrido es coordinarse y comunicarse correctamente. Cuando cada persona puede estar en un lugar y puede ir variando según el día es imprescindible centralizar toda la información. También es fundamental que la organización este digitalizada, para que todo sea accesible desde cualquier lugar.
¿En que se diferencia el trabajo híbrido del teletrabajo?
Básicamente podemos diferenciar ambos modelos porque en el teletrabajo toda la plantilla trabaja el 100% del tiempo remotamente. Mientras que en el modelo híbrido tendremos trabajadores que vayan a la oficina y otros que realicen sus funciones desde casa. Incluso habrá casos de personas que trabajen unos días en oficina y otros en remoto.
Sin embargo, en la práctica se ha llamado trabajo híbrido a cualquier modelo con trabajadores en remoto y en oficina. Es decir, independientemente de los días son o no flexibles. Por ejemplo, en las oficinas de Apple o Google se «obliga» a los empleados a ir a las oficinas 3 días a la semana. En otras empresas se trabaja una semana en remoto y otra en oficina. Y hay modelos donde el trabajador elige libremente cuando ir y cuando teletrabajar. Y todos entran dentro del llamado modelo híbrido.
Ventajas y desventajas del modelo híbrido
Cualquier modelo de trabajo tiene sus pros y sus contras. Es importante que las empresas evalúen todo para valorar correctamente si en su caso tiene sentido aplicarlo. Empecemos por los puntos fuertes del trabajo hibrido:
- Atracción de talento mundial: ya no hay que filtrar a los candidatos de los procesos de selección por el lugar de residencia. El talento de todo el mundo está a nuestro alcance. Eliminar las barreras geográficas puede solucionar procesos especialmente complicados, sobre todo cuando buscamos perfiles muy demandados o muy especializados.
- Mayor retención de talento: es indudable que el modelo de trabajo híbrido gusta entre los empleados. Les aporta una flexibilidad y es un punto a favor de la conciliación laboral y familiar. Lógicamente, un punto más a valorar por el empleado si recibe ofertas de otras compañías menos flexibles, aunque sea con sueldos superiores.
- Empleados felices: No solo conseguimos talento y que esté se quede en la empresa. Sino que también logramos crear un vínculo emocional con el empleado. Las personas que trabajan en modelos de trabajo flexibles y con mejores opciones de conciliación son más felices en su trabajo. Un dato muy relevante si tenemos en cuenta que los empleados felices son hasta un 88% más productivos.
Pero nada puede ser perfecto y el trabajo híbrido también tiene desventajas que hay que saber gestionar:
- Falta de visibilidad del trabajo: Tanto para el líder del equipo como para el empleado supone un problema que el trabajo realizado no tenga suficiente visibilidad.
- Aumenta la barrera social: Es muy complicado para los compañeros de equipo «hacer piña» si nunca se ven en persona. Algo fundamental para el buen funcionamiento de un equipo.
- Falta de comunicación: Para los empleados que trabajen siempre remotamente la sensación de aislamiento puede ser muy fuerte. Sobre todo, si perciben que están recibiendo un trato distinto al de los compañeros que acuden a las oficinas. Así como si por falta de información o por no tener acceso a los datos empiezan a cometer errores en sus funciones.
Trabajo remoto y digitalización
Afortunadamente, las empresas de hoy cuentan con herramientas para implementar los modelos de trabajo remotos de forma óptima. Evitando así los contras de aplicarlos. Contar con toda la información accesible en un único lugar en la nube ha facilitado la comunicación. Gracias a las herramientas de videoconferencia los equipos pueden mantener un contacto periódico y cercano. Los modelos de trabajo por objetivos o smart working ayudan a resolver la falta de visibilidad del empleado. Si tenemos bien definidos las funciones de la persona y el empleado cumple con ellas dentro de los plazos previstos, sabremos que cumplen con su trabajo.
También la digitalización de plataformas de beneficios para empleados como Flexoh, han facilitado que la experiencia del empleado sea igual esté donde este. Crear vínculos emocionales y fidelizar al talento es más importante que nunca en estos nuevos modelos de trabajo. Gracias a Flexoh, el empleado sigue pudiendo configurar su nómina a la carta fácilmente, esté donde esté. Y puede beneficiarse de los productos con ventaja fiscal en cualquier lugar.