El smart working es un nuevo modelo de trabajo basado en la confianza al trabajador. La empresa ya no actúa como «ente controlador» que necesita supervisar constantemente el trabajo de los empleados. En el modelo smart working la empresa simplemente facilita al empleado todas las herramientas necesarias para desarrollar sus funciones de forma autónoma.
Entonces, ¿cómo sabe la empresa que un trabajador es productivo? Porque en el modelo de smart working hace referencia al trabajo por objetivos. En lugar de exigir un número de horas de trabajo concretas, se definen unos objetivos y el trabajador se organiza para cumplirlos. Para la empresa con modelos de smart working es irrelevante si el trabajador lo hace en 5 o en 8 horas. Si trabaja en una oficina o desde casa. Lo importante es que cumpla los objetivos que se hayan establecido.
Es decir, el trabajador adquiere un compromiso con la empresa: cumplir unos objetivos. Y la empresa, a su vez, adquiere el compromiso con el empleado de facilitarle todas las herramientas que necesite para cumplir sus funciones.
Claves o características generales del Smart Working
Podemos decir que para que se produzca este modelo de trabajo debemos cumplir con cuatro claves fundamentales:
- Libertad horaria: no se establece un horario específico. El empleado es libre para realizar sus tareas cuando estime y utilizar el número de horas que necesite para cumplir los objetivos que se han definido.
- Teletrabajo con movilidad absoluta: no solo no hay obligación de desplazarse a una oficina, sino que el trabajador tiene libertad total para elegir donde realiza sus funciones. Puede ser en su casa, en el tren, en otro país o, si quiere, cada día en un lugar distinto.
- Tecnología: lógicamente es indispensable como mínimo un ordenador y conexión a internet para que el empleado pueda teletrabajar. Además, en función del puesto y las funciones, pueden ser necesarias otras herramientas. La digitalización de la empresa es esencial en este sentido. Que los documentos y programas estén alojados en la nube para que sean accesibles desde cualquier lugar. Otra herramienta que ha facilitado mucho el trabajo remoto de muchos empleados es la firma electrónica o digital.
- Trabajo por objetivos: cómo ya hemos indicado, la características más importante del smart working es que es un modelo de trabajo por objetivos. Si no fuera así, no sería posible la libertad horaria y el teletrabajo. Mientras el trabajador cumpla con los objetivos correctamente, dentro de los plazos establecidos, se puede aplicar este modelo.
Ventajas y desventajas del Smart Working
Lógicamente, no es difícil ver las ventajas que supone el modelo de trabajo de Smart Working para el empleado:
- Aumenta la conciliación personal y laboral, por lo que supone una importante mejora en la calidad de vida de los empleados
- Reduce los costes de los desplazamientos al lugar de trabajo y posibles comidas fuera de casa
Pero, ¿y para la empresa? ¿También tiene ventajas? Desde luego. La más directa es la reducción de los costes como el de la oficina. Con los costes asociados que está tiene: mobiliario, luz… Pero además, es una herramienta muy potente para captar talento, motivar a los trabajadores y aumentar la productividad.
La gran desventaja del Smart Working es que desafortunadamente no es un modelo viable en todos los puestos de trabajo. Por ejemplo, en los puestos de trabajo de cara al público no es posible la deslocalización, ni la libertad de horarios. Por lo tanto, podemos decir que es un modelo de empleo aplicable sobre todo a empleos de oficina.
¿Cómo aplicarlo?
Ante todo hay que saber que a día de hoy en España no hay prácticamente normativa que regule el Smart Working. En la legislación laboral se menciona de forma muy breve y dejando bastantes vacíos abiertos a la interpretación. Por lo que no es de extrañar que muchas empresas aún tengan dudas a la hora de aplicarlo. Las empresas que ya han implantado el modelo, lo regulan a través de convenios colectivos. Sin embargo, empresas como Microsoft o Vodafone ya trabajan con este modelo, dejando claro que a pesar del vacío legal, merece la pena dar el salto al trabajo por objetivos.
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