Con la entrada del nuevo año, la formación continua es uno de los propósitos más comunes de todos los trabajadores. El desarrollo profesional y la especialización es fundamental frente a una acelerada digitalización y un mercado cada vez más competitivo. Las empresas que ofrecen compensaciones para fomentar la formación de los empleados observan como los beneficios retornan a la empresa en forma de mayor satisfacción y productividad de los empleados.
En los próximos años, las empresas demandarán cada vez más profesionales flexibles y transversales. Este hecho se acentúa todavía más si tenemos en cuenta que la mayoría de los empleos que se crearán de aquí a 10 años, no se han inventado todavía. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) advierte de que la formación continua será un factor esencial para que los empleados puedan aprovechar los avances tecnológicos y las nuevas oportunidades laborales.
Formación continua: el propósito más importante como profesional
Para muchos trabajadores, la formación continua es el mejor camino para enriquecer sus capacidades, complementar sus aptitudes y reinventarse como profesional. A través de nuevos aprendizajes adquieren la capacidad de optimizar la gestión de sus tareas y mejorar su productividad.
La formación continua ofrece grandes ventajas para los trabajadores. Algunas de ellas son las siguientes:
- Mayor capacidad de adaptación
Los empleados que deciden seguir formándose tienen menores dificultades a la hora de afrontar los retos que aparecen en su empresa al ritmo que avanza la digitalización.
- Aumento de la autoestima y la capacidad de decisión
Además de ser más eficientes, los trabajadores mejor formados tendrán menos dudas respecto a sus tareas. Este aumento de la capacidad de decisión en su actividad repercutirá también en su autoestima. Se convertirá en un empleado mucho más resolutivo y seguro de sí mismo.
- Aumento de la satisfacción en su puesto de trabajo
Al sentirse más seguro en la realización de su actividad, el empleado sentirá menos presión a la hora de tomar decisiones. Esto tendrá muy buenas consecuencias en su bienestar laboral.
Desarrolla el activo más valioso de tu empresa: el personal
La formación es algo que no solamente beneficia a empleados, sino que también aporta beneficios para las empresas. Algunos de ellos son:
- Cubrir puestos clave
El aprendizaje constante de los empleados permite a sus organizaciones cubrir puestos calve que requieren de especialización. El trabajador en constante evolución estará preparado para asumir nuevas responsabilidades. De esta forma la empresa puede reducir los costes de reclutamiento y formación.
- Adaptarse mejor a la transformación digital
La transformación digital avanza a un ritmo vertiginoso. Y los efectos que tiene sobre ciertos mercados son inevitables. Las empresas que cuenten con profesionales actualizados lograrán un aumento de la competitividad dentro de su sector.
- Mejora el employer branding
Cuando una empresa facilita el aprendizaje constante de sus empleados, esta medida actúa como reclamo para atraer a los mejores profesionales. Este beneficio además fomenta la fidelización y de los empleados.
Fomenta la formación continua con Retribución Flexible
Una manera de fomentar la formación continua de los empleados dentro de la empresa es la implantación de planes de Retribución Flexible. Con Flexoh, la empresa puede mejorar el nivel adquisitivo de los empleados, sin que suponga un coste adicional para la empresa. De esta forma será el propio empleado el que decide qué formación relacionada con su actividad quiere hacer, y qué cantidad desea invertir al mes.
Dentro de los diferentes beneficios que incluye la retribución flexible, la formación es el beneficio con el que ganan todos. Apostar por un plan de retribución flexible con beneficios como la formación se traduce en empleados más satisfechos y mayor capacidad de atraer y retener talento. Gracias a Flexoh el trabajador puede solicitar este beneficio de forma fácil y rápida desde la plataforma web o la aplicación móvil.