La motivación laboral es uno de los ingredientes imprescindibles en la productividad. Un trabajador motivado siempre será más productivo que un trabajador quemado. Acudir cada día al trabajo de buen humor, con una actitud positiva y proactividad ante las tareas sin duda se reflejará en los resultados.
Pero no es tarea fácil. Y aunque la motivación es un factor muy personal, desde los departamentos de Recursos Humanos se pueden llevar a cabo estrategias que fomenten la motivación de las plantillas. Teniendo siempre en cuenta las necesidades de cada equipo y las particularidades de sus funciones, para poder ofrecer siempre las opciones que mejor se adapten a cada uno.
Motivación y productividad van de la mano
No hay duda de que la motivación laboral de los empleados tiene gran influencia en el buen desarrollo de una empresa y su productividad. Y también en el compromiso y el bienestar de la plantilla. Cuando un empleado siente que pertenece a una empresa que se preocupa por las personas y su bienestar, aumenta su compromiso con ella. Al sentirse alineado con los valores de la empresa, asumirá los retos y objetivos como propios y se implicará más.
Mantener la motivación es la clave
Posiblemente una de las tareas más complicadas para los responsables de la gestión de personas sea la de tratar de mantener una motivación constante de la plantilla. Porque los empleados evolucionan, transitan un ciclo dentro de la empresa en el que las necesidades van cambiando. Al mismo tiempo que van cambiando también sus necesidades personales.
Por eso la comunicación es tan importante. Recibir feedback permitirá a la empresa ser consciente de qué factores pueden suponer una mejora para el bienestar de los empleados. Igual de importante es también mantener alejados algunos factores que son un verdadero repelente de la motivación. Te contamos algunos de ellos para que puedas estar alerta y rectificarlos en caso de que identifiques alguno de ellos en tu empresa:
Altos niveles de estrés
El estrés es una de las principales causas del burnout laboral y la desmotivación. Las jornadas interminables, una carga de trabajo excesiva o las dificultades para conciliar generan un estrés que dificulta al trabajador mantenerse motivado en el día a día.
Una óptima organización del trabajo, fomentar la desconexión digital y ofrecer medidas que faciliten la conciliación son acciones que permitirán reducir los niveles de estrés en tu empresa.
Mal ambiente laboral
Un clima laboral que sea negativo puede dar lugar a conflictos, tensiones y malos resultados. La gestión de las emociones es clave a la hora de trabajar en equipo. Este es un factor que depende de muchas personas, pero la empresa por su parte puede fomentar las relaciones positivas a través de la asertividad, la inteligencia emocional, facilitar la comunicación y la organización de team buildings que refuercen en sentimiento de pertenencia.
Falta de transparencia
La falta de información relativa al trabajo y los objetivos de cada equipo puede generar cierta inseguridad e inestabilidad en las personas. Cuando los trabajadores no conocen la situación de la empresa es posible que perciban cierto peligro respecto a su puesto de trabajo y su estabilidad financiera. Por eso una vez más destacamos la importancia de la comunicación. Actuar con transparencia ante los colaboradores se traducirá en mayor tranquilidad y motivación.
Falta de flexibilidad
En los últimos años la flexibilidad se está convirtiendo en un factor importantísimo para la motivación y la atracción del talento. Los empleados empiezan a priorizar su bienestar físico y mental. Por eso valoran enormemente cualquier medida que contribuya a su bienestar y a la compatibilidad de su trabajo con su vida personal.
La flexibilidad horaria o la posibilidad de trabajar en remoto son las medidas estrella de una organización flexible. Aunque la flexibilidad va más allá de horarios. Es una cuestión cultural que se basa en que tanto la empresa como el empleado puedan adaptarse a las circunstancias con el fin poder realizar el trabajo de la mejor forma posible para ambos.
Estancamiento profesional
Un empleado que tenga la ambición de crecer como profesional dentro de la empresa puede sentirse desmotivado si siente que lleva mucho tiempo estancado en su puesto. Incluso puede resultarle aburrido. Ante esta necesidad de evolucionar, la empresa debe escuchar y tener en cuenta estas necesidades, presentar su plan de carrera y, sobre todo, facilitar la formación necesaria para el desarrollo del profesional. De esta forma el empleado tendrá la motivación necesaria para lograr sus aspiraciones.
Retribución inadecuada
Sin duda el sueldo monetario sigue siendo el factor más importante a la hora de optar por un puesto de trabajo. Por eso es importante que sea un sueldo acorde a las competencias, las habilidades y el valor que aporta el empleado. Un sueldo competitivo puede evitar la fuga de talento hacia ofertas que ofrezcan un sueldo mayor.
En muchas ocasiones es difícil aumentar el sueldo hasta equipararlo con otras ofertas. Pero hay otras opciones no monetarias que pueden aumentar el valor de tu oferta sin tener que aumentar la retribución monetaria. Trabajar una buena Propuesta de Valor al Empleado (PVE) que incluya incentivos, flexibilidad y otras medidas de salario emocional harán que el valor de tu oferta aumente considerablemente.
Un buen plan de Compensación será tu mejor aliado
La elaboración de un plan de Compensación Total que incluya Beneficios y Retribución Flexible permitirá al empleado mayor flexibilidad y ahorro. Además de la libertad que supone manejar su suelo a la carta. Si quieres ver cuánto pueden ahorrar tus empleados accede al simulador de ahorro.
Con Flexoh la implantación de tu plan de compensación es sencillísimo. Nos encargamos de todo el proceso, desde el inicio hasta la implantación y el mantenimiento de la atención al empleado. Sin aumentar la carga de trabajo para Recursos Humanos y sin aumentar tampoco la masa salarial. Paga mejor, contacta con nosotros.