La desconexión digital está ya considerada un derecho regulado por la ley del teletrabajo que entró en vigor recientemente. Esta regulación responde a una necesidad de los trabajadores que con la pandemia y el boom del teletrabajo se acrecentó.
Todas las empresas, de cualquier sector y tamaño, están cada vez más digitalizadas. Y aunque muchas empresas continúan ofreciendo posibilidades de trabajar desde casa, el derecho a la desconexión digital es aplicable para todos los trabajadores. Se trata de un factor importante que deben tener en cuenta todas aquellas empresas que se preocupen por la salud de sus empleados.
La desconexión digital es un derecho
El derecho a la desconexión digital garantiza a los empleados el derecho a no responder llamadas, correos, WhatsApp ni cualquier otro tipo de mensaje que tenga relación con el trabajo y lo reciba fuera de su horario laboral.
Este derecho se reguló legalmente para garantizar el descanso de los trabajadores, sus vacaciones y su vida personal. Dicha ley obliga a las empresas a establecer políticas relativas a la desconexión para ayudarlos a desconectar, a descansar y a reducir sus niveles de estrés.
Desconectar es cuestión de salud
No desconectar del trabajo puede tener graves consecuencias para la salud del empleado. Si no le da a la mente el tiempo necesario para descansar, encontrará dificultades para concentrarse, y su trabajo será más lento y de menor calidad.
En los casos más extremos puede llegar incluso a causar agotamiento, fatiga crónica, burnout laboral, ansiedad, inseguridad y otros sentimientos negativos que pueden ir más allá de la vida laboral.
¿Qué pueden hacer las empresas?
Las empresas pueden aplicar muchas medidas para garantizar la desconexión digital de sus empleados. Algunas de ellas son las siguientes:
1. Control horario
Es obligatorio ya para todas las empresas contar con sistemas de registro de la jornada laboral. Hacer uso de ellos y de la información que ofrece permite a las organizaciones detectar los excesos de jornada, investigar las causas y proponer medidas para evitar que esto suceda.
2. Planificación de las reuniones
No organizar reuniones fuera del horario laboral ni en horarios próximos a la finalización de su jornada ayuda a no rebasar el horario laboral establecido, evitando así que el empleado dedique su tiempo personal a cuestiones laborales. Estas reuniones pueden proponerse para el día siguiente, o en otro horario mejor organizado dentro de la jornada laboral.
3. Fomentar una cultura basada en la eficiencia
Fomentar el trabajo por objetivos y restarle importancia al presencialismo ayuda a que los trabajadores empleen su tiempo de forma más eficiente y alcancen un equilibrio entre lo profesional y lo personal.
4. Priorizar tareas
Organizar las tareas y llevarlas a cabo por orden de importancia ayuda a optimizar el tiempo. Y ayuda a conseguir los objetivos dentro de los plazos establecidos. Son los líderes de cada equipo quienes pueden guiar a los empleados en la organización de sus tareas para así garantizar su descanso.
5. Desconectar los canales de comunicación
Medidas como desactivar las notificaciones que se reciban fuera del horario laboral, o configurar una respuesta automática evita tentaciones de responder y ayuda a despreocuparse de las cuestiones relacionadas con el trabajo.
Todas estas medias son importantes para el bienestar de los empleados y se puede complementar con otros beneficios sociales como la suscripción a gimnasios y otros beneficios que les permitan cuidar de su salud física y mental en su tiempo de desconexión.
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